Moda y estilo: la masculinidad vista desde la imagen

Existe la falsa idea de que ambos temas solo le competen a las mujeres. Es momento de entender por qué son tan importantes en la actualidad.

La historia de la moda es milenaria. Aunque no se conciba el transfondo social, político, económico y cultural que representa, todos estamos relacionados con ella. En tiempos remotos, la indumentaria era una forma exclusiva de evidenciar el poder y la distinción de clases. Y al hombre se le atribuyó gran importancia a través de prendas y complementos en una sociedad patriarcal. Si recordamos, en el siglo XVII, los zapatos de tacón eran símbolo de masculinidad y poder militar. Un siglo después, la vistosidad de grandes pelucas y trajes decorados denotaban hombres respetables. Sin dejar de lado que egipcios y romanos ya habían empleado el maquillaje para distinguirse y embellecerse, entre otras razones.

Aunque con el paso de los años, se volcó la vanidad hacia las mujeres, siempre fue “cosa de hombres”. Por ello, no es de extrañar que hoy en día se cuiden, quieran resaltar por su imagen y que el mercado expanda continuamente el portafolio de moda y belleza masculina. Y es completamente normal, ya que viviendo en un mundo moderno donde lo visual predomina, es importantísimo que lo interior venga, de cierta forma, acompañado de lo exterior. ¿Quién no ha visto a su jefe enfundado en piezas impecables o a un mandatario siempre listo para la ocasión? Claro está que no es lo más relevante, solo es evidente el dicho común que declara que “como te ven, te tratan”. Nada más cierto.

Es hora de entender que no se esfuma la virilidad por llevar un estilo de vida saludable, tener un régimen de cuidado personal o por antojarse a ir de compras. Cuando se toma sano provecho de la situación, te sientes seguro y confiado de ti, simplificas tu entorno, y eso te permite llegar a lugares inimaginables. Hay que proyectarse en la vida pero vestirse para ella, así triunfar emocional, social y laboralmente. Puedes ser un caballero respetado y exitoso que opta por lucir bien en todo momento, que además de expresarse correctamente, está pendiente de cómo se muestra y lo perciben los demás. Mírate al espejo, háblate, convéncete, devora el qué dirán y trae devuelta ese ‘dandy’ que hay en ti. ¡Te sorprenderás en el camino!